Con un relato íntimo y sin filtros, Taveras propone sanar desde la verdad y construir fuerza desde la vulnerabilidad.
Santo Domingo, R.D. – Con una energía que combinó humor, crudeza y una claridad emocional poco habitual en el escenario, la actriz y comunicadora dominicana Lily Taveras protagonizó un encuentro inolvidable en su país de origen con su conferencia “De lo Invisible a lo Inquebrantable”, un espacio que apostó por hablar de lo que se suele callar y empoderar desde la vulnerabilidad.
Durante más de una hora, Taveras guió a su audiencia a través de un viaje íntimo, compartiendo los momentos más desafiantes de su historia personal: su crianza en un orfanato, los muchos contratiempos familiares en plena adolescencia, el duelo emocional y su batalla con trastornos de ansiedad. Lejos del dramatismo, eligió un tono directo y esperanzador, transformando el relato en una herramienta de reflexión colectiva.

Una conferencia que se volvió movimiento: el fenómeno emocional de Lilibeth
La cita masiva se articuló sobre tres ejes: autoestima, sanación y transformación emocional, brindando estrategias prácticas para quienes buscan reconstruirse desde el dolor. El formato, cargado de momentos introspectivos y también de risa liberadora, convirtió el evento en una experiencia con impacto real.
“Las mujeres no necesitan más presión para ser perfectas. Necesitan permiso para ser humanas”, dijo Lily ante un público que respondió con lágrimas y aplausos.

Una Charla que transforma heridas en fuerza
El evento, que agotó entradas y generó conversación en redes sociales, forma parte de una serie de propuestas que Taveras planea expandir por Latinoamérica. Su comunidad digital, que crece a ritmo constante, se ha convertido en un termómetro del alcance emocional de su mensaje, y ella no descarta llevar esta conferencia a cada lugar donde su voz ya es referente.
Con una trayectoria en ascenso, Lily Taveras combina sus facetas de actriz, productora y columnista en Univisión, con proyectos independientes en desarrollo y una agenda cada vez más ligada al trabajo comunitario y a la salud emocional de las mujeres.
Con entradas agotadas y ovación de pie, la artista demostró que la autenticidad también llena salas.

Una voz necesaria en tiempos de ruido
En una era donde muchas hablan, pero pocas dicen, Lilibeth representa una apuesta por el contenido con alma. No vende fórmulas mágicas, no edulcora la experiencia femenina, y no teme mostrarse rota cuando es necesario. Tal vez por eso su mensaje resuena con tanta fuerza: porque nace desde el llano y no desde el pedestal. Y porque hay una verdad que la acompaña en cada escenario que pisa: la de que el dolor compartido no divide, sino que une.
Y eso, en estos tiempos, también es un acto de valentía.
